Nuestra piel es nuestro órgano más grande y cuidarla es absolutamente vital. El cuidado de la piel es tanto un arte como una ciencia, por lo que debe navegarse con cuidado y de manera reflexiva.
Comprender tu tipo de piel puede ser de gran ayuda para encontrar productos que funcionen bien y combatir tus preocupaciones sin causar ningún daño o efectos secundarios. Un diagnóstico erróneo de tu tipo de piel puede agravar tu piel y provocar irritaciones innecesarias como producción excesiva de grasa, brotes, acné o incluso sequedad.
Si bien todo el mundo tiene un tipo de piel único, se pueden clasificar en cuatro categorías principales.
Aquí hay una prueba simple que puede realizar para determinar tu tipo de piel.
Paso 1 Lava tu cara por la mañana con un limpiador suave de tu elección. Asegúrate de usar una fórmula suave que no sea demasiado fuerte para tu piel.
Paso 2 A continuación, sécate la cara con una servilleta suave y déjala al descubierto.
Paso 3 No aplique ningún producto en su piel durante una hora.
Paso 4 Después de una hora, toma un pañuelo de papel limpio y extiéndalo uniformemente sobre tu cara. Frota suavemente tu piel.
Paso 5 Mira el papel de seda y siente la calidad de tu piel también.
¿Qué revelan los resultados?
- Tu piel se sentirá grasosa y se verá brillante
Tejido: El papel tisú se ve con grasa
Esto significa que tienes la piel grasa.
- Tu piel se sentirá tirante y seca. Incluso puede sentirse un poco escamoso o con picazón.
Tejido: El papel tisú tendrá algunas escamas finas.
Esto significa que tienes la piel seca.
- Tu piel se sentirá grasosa en la zona T, tu nariz brillará, mientras que sus mejillas pueden sentirse normales o secas.
Tejido: el papel de seda se verá un poco graso en la zona T.
Esto significa que tienes piel mixta.
- Tu piel no se sentirá demasiado seca ni demasiado grasa.
Tejido: El papel tisú se ve sin rastro de algo
Esto significa que tienes piel normal.